La Soñada

Siempre escribo, o intento que así sea, sobre cosas posibles que nos hagan más feliz y amable la vida. Así es que al borde de la Semana Santa les propongo para los que no quieran o no puedan encarar un viaje, una mini escapada a Tigre. Pero no amigos. No al Puerto, ni al Delta, no teman. Conozcan "La Soñada" http://www.bybtigre.com.ar/es.html, un bed & breakfast de unos queridos amigos, Josefina, Eduardo y Agustín Abella, que es exactamente lo que su nombre indica.

Una vieja casona de estilo inglés, típica de esta zona, ambientada con mucha calidez y con un parque espectacular. Tiene cinco habitaciones, pileta , quincho, parrilla, estacionamiento. Tiene todo, en fin. Queda el centro de Tigre, justo atrás de la Iglesia, no hay que tomarse lanchas colectivas, ni viajar mil horas para llegar. Tiene además tarifas razonables y te atienden de maravillas. Ideal para un finde de a dos.

Pasen y vean, me lo van a agradecer.

Objetos maravillosos

Leyendo el excelente blog de Silvina Bidabehere, me encontré con este estudio de diseño http://www.fringestudio.com/ que parece de otro planeta pero queda en California. Todo lo que hacen es divino. Pájaros, flores y colores, ¿qué más?. En Latin America los productos se consiguen al parecer solamente en un negocio de Punta del Este, pero vale la pena la movida para ir a por ellos.
Si alguien va a Punta, a Culver City o pasa por Bloomingdale´s avisen!.

¿Qué tenés que hacer el sábado a la tarde?

Hace una semana estuve en el Barrio Chino de Belgrano. Con G.(mi marido), mi madre, mi hermana y una caterva de niños entre hijos y sobrinas. Fuimos para que los peques conocieran el paraíso oriental de Baires. Por supuesto, creían estar en Hong Hong. Disfrutaron cada descubrimiento, no le hicieron asco a la estrambótica oferta gastronómica y probaron cosas que yo no comería. Pero no voy a escribir sobre supermercados, restaurantes, ni iconografía china. Abunda material sobre eso.
La verdad es que yo promoví la salida con una aviesa segunda intención: visitar el templo budista que está en la calle Montañeses, y, si me daban los horarios, participar de la meditación abierta y guiada que ofrecen allí todos los sábados a las 19. Y lo conseguí, claro. Los niños retornaron al hogar con abuela y tía y yo me quedé con G., que se prendió, meditando.
Háganlo. Un practicante dirige la sesión que consiste en una media hora de meditación sentados (a lo Buda, claro), otra media de meditación caminando (exactamente, leyeron bien) y la lectura de unos movilizadores textos budistas al final. Todo dura más o menos una hora y media, en el entorno del templo que es impecable y acompañados de otras personas que van a hacer lo mismo, algunas, se nota que con frecuencia. Se produce una energía especial allí. Se repite cada sábado y es una experiencia interesante, por no decir magnífica. Vas, meditás, salís feliz y, como regalo final, te mandás un flor de chop suey con salsa de hongos y bambú.
Acá les dejo la dirección, no dejen de ir. Templo Tzong Kuan: Montañeses 2175.