Hace unos días descubrí el aceite esencial de May Chang que es una planta de origen chino, de la familia de los laureles (Litsea cubeba, es su nombre científico) y parece que es la octava maravilla. Tiene un perfume cítrico, alimonado, parecido al del lemongrass, y se utiliza en medicina china hace miles de años. Es desinfectante, antiséptico, repelente de insectos, indicado para aliviar estados depresivos - y como si esto fuera poco - aporta a un sueño reparador. Yo me compré el de Casa Gaia: son los aceites más puros y naturales que hay disponibles por un precio más o menos razonable. Además compré un anforita de cerámica que se usa como collar. Es así: echás dentro del cuenco un par de gotitas del aceite que elijas, eso impregna el ánfora que es muy porosa y así emana el perfume directo a tu nariz. Sistema más simple, imposible. Pura aromaterapia. Pruébenlo si todavía no lo hicieron.
El May Chang es bárbaro, y el anforita, mejor.
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